El Real Madrid enloquece en un final de infarto y estropea su imagen antes de medirse al PSG (3-2)

No hay temporada reciente en que Real Madrid y Borussia Dortmund no se vean las caras. Son ya viejos conocidos, cuyos partidos poseen un denominador común: siempre se lo lleva el equipo español. Y así sucedió también en la tarde del 5 de julio, día después de la fiesta nacional del país, en New Jersey. Apenas dio opción el cuadro de Xabi Alonso a su rival, que solo pudo agitar el partido en el descuento. Huijsen fue expulsado en el minuto 98, y no jugará ante el PSG. El encuentro acabó 3-2, con goles de Gonzalo, Fran García y Mbappé para los blancos y de Beier y Guirassy para el cuadro germano.

Los blancos venían también de derrotar al equipo alemán en el presente curso, aun en noviembre, cuando el club otrora dirigido por Carlo Ancelotti remontó un 0-2 en Chamartín y se impuso por un abultado 5-2. Fue este un gran partido de Vinicius Jr., cuando parecía que se iba a llevarse el Balón de Oro, apenas unos días antes de llevarse uno de los mayores mazazos de su carrera. Pero más recordado por el madridismo será el encuentro de la primavera de 2024 que enfrentó a los mismos contendientes en la final de la Champions, en Wembley, y que trajo la decimoquinta Orejona con goles del referido atacante brasileño y de Dani Carvajal.

El favoritismo se marca desde el inicio

Si uno sale a cualquier calle española transitada y grita la palabra "García" es probable que se giren no pocos ciudadanos al ser sentirse aludidos. Además del apellido más repetido en el país mediterráneo, en el Real Madrid de Xabi Alonso tiene protagonismo creciente. ¡Quién iba a decir que Gonzalo y Fran, los "Garcías", iban a tener tanto impacto en estos primeros compases del recién iniciado proyecto que capitanea el donostiarra! Además de anotar los primeros tantos de su equipo, entre ambos crearon las primeras dos ocasiones blancas, en los primeros cinco minutos, y fue el delantero canterano el encargado de abrir la lata muy poco después, en el minuto 9, tras un medido centro de Arda Güler, otro que está cosechando un protagonismo creciente en el conjunto.

Menos de una después fue el lateral quien amplió la ventaja en el MetLife Stadium. En su segunda temporada, el exjugador del Rayo Vallecano marcó su primer tanto tras empujar a la red un gran centro lateral de Trent Alexander-Arnold. Un gran premio para el jugador nacido en Bolaños de Calatrava, Ciudad Real, que está realizando un enorme Mundial de Clubes; algo inesperado tras la errática temporada que ha realizado y que dejaba claro que había que fichar un nuevo lateral por esa banda izquierda. No debería, no obstante, Florentino Pérez dejar de acudir al mercado pese a las buenas actuaciones de Fran García en estas primeras semanas de canícula.

La sensación era que los alemanes estaban muy superados, y que podían caer más goles si el Real Madrid, realmente, los necesitase como el comer. Pudo anotar el tercero Jude Bellingham –quien, por cierto, no pudo enfrentarse a su hermano Jobe, al estar este sancionado por acumulación de amarillas– y también tuvo la suya Vini Jr. para volver a celebrar, como acostumbra, un gol contra la disciplina de Renania del Norte. 2-0 se llegó al descanso.

Se estropea el triunfo en el descuento

A la vuelta del vestuario el partido entró en zona valle. El Madrid, sabedor que el resultado le metía en semifinales, se dedicó a conservar la cómoda ventaja, amasar la pelota y, siempre que fuese posible, correr para intentar matar el partido al contrataque. Los de amarillo metieron algo de pólvora en la zona de ataque, aunque sin éxito. En el primer cuarto de hora de la segunda contienda, los de Niko Kovac no inquietaron al equipo que estaba por encima del marcador.

De hecho, superado el sesenta, fue el Real Madrid quien pudo sentenciar con un disparo lejano de Tchouaméni que impactó en el larguero. El francés, que parece que será una pieza clave para la idea de Alonso, está realizando un excelente Mundial de Clubes. Su zona de influencia se sitúa un paso delante de los centrales, Huijsen y Rüdiger, siendo de los primeros en la creación de juego y en conexión constante con Valverde y Güler.

Y ante el tiempo prolongado sin cantar un gol, el respetable se volvió loco con la entrada al terreno de juego de Dani Ceballos, la leyenda Luka Modric, y el anhelado Kylian Mbappé. Saltaron, así, al césped los mismos tres jugadores que salieron desde el banquillo en el partido previo contra la Juventus de Turín. El francés estaba deseoso de dejar su huella en el torneo y demostrar ese buen estado de forma con el que culminó el curso, pues no hay que olvidar que el astro ha sido el mejor jugador de los blancos en la presente temporada. Finalmente, le llegaría el premio en el descuento, con un golazo.

Un final de infarto

Los cuarenta y cinco minutos de la segunda mitad no pasarán a la historia del fútbol. De hecho, fueron un homenaje al aburrimiento, un intervalo temporal que podría inspirar a los realizadores de la Nouvelle Vague francesa para hacer una película. Hubo que esperar hasta el tiempo prolongado, cuando todo enloqueció. Primero anotó el Dortmund el gol que recortaba la distancia, obra de Beier. Parecía que llegaba tarde, y más cuando, apenas un minuto después, Mbappé anotó su primer tanto con un disparo acrobático, una volea con visos de chilena en el área chica que establecía el 3-1.

La tragedia blanca, no obstante, se materializó con el 95 casi cumplido. Huijsen agarró a Guirassy dentro del área y el árbitro pitó penalti. Pero no solo, la decisión se acompañó de una roja directa que deja a los blancos sin uno de sus jugadores clave, pese a ser un recién llegado, para el partido de semifinales. El propio atacante guineano puso el 3-2 e, incluso, pudo ser peor, si ya en el minuto 98 Courtois no hubiese volado para atajar de forma extraordinaria un empate que ya cantaba la atónita hinchada del Borussia. Increíble, pero cierto: tras cuarenta y cinco minutos en los que nada pasó, la locura se desató en el tiempo del alargue.

Y así se llegó al final. Tras las convincentes victorias ante italianos y alemanes –pese al susto final– de octavos y cuartos, respectivamente, llega el momento de la verdad con el enfrentamiento ante el PSG del próximo miércoles, 9 de julio. El equipo de Luis Enrique es, desde el inicio del torneo, el gran favorito al título, y sus actuaciones, sin ser tan estelares como su puesta en escena de la final de la Champions League, han resultado convincentes. Hay que entender, con el permiso de Fluminense y Chelsea, el duelo entre los dos últimos campeones de Europa como una final anticipada. Se viene un auténtico partidazo.