:format(png)/f.elconfidencial.com%2Fjournalist%2Fd91%2F47a%2Fca0%2Fd9147aca0222f3c5a299fc0e25157c67.png)
Por
Las orgullosas mujeres florero de Pedro Sánchez
Me recuerda a las fotos de los periódicos de Corea del Norte, cuando Kim Jong il visita a las trabajadoras de una fábrica
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fad2%2F070%2F38f%2Fad207038f6341f0da9b11a749b3ddb53.jpg)
Qué imagen elocuente. El escuálido Pedro Sánchez, camisa del tono lila más feminista que ha encontrado, a juego, por cierto, con la iluminación igualmente lila del fondo, entra a la reunión o convivencia con las chicas de Ferraz el día antes del Comité Federal en el que volverán a someterse todas al macho alfa del partido.
En las fotos de esa previa feminista, (las damas primero), todas aplauden mucho, sonríen y asienten. Luego se sientan: Sánchez rodeado de decorativas hembras como quien se pone delante de las cataratas del Niágara para una foto. La composición es reveladora: él en el centro, ellas en abanico. Jesucristo con las doce enfermeras.
Tal vez Pedro Sánchez les recuerda que son la cosa más importante del mundo para el PSOE. Lo más bonito, como su madre; las flores más blancas, y qué bien cantan, y tocan el piano. Ellas arropan al herido, lo cuidan: qué mayor regalo para una mujer que cuidar a Pedro Sánchez.
Me recuerda a las fotos de los periódicos de Corea del Norte, cuando Kim Jong il visita a las trabajadoras de una fábrica. Ni una sola prostituta en la foto, por cierto. Ni una Jésica, ni una Jénifer, ni una Coral. Ni un mal travelo pegando a un yonki con el bolso. Ahí tenemos el primer indicio del nuevo rumbo del partido socialista.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F76e%2F713%2Fa6b%2F76e713a6bf887d1af9e0cbac7c82aa94.jpg)
Todas esas mujeres tan feministas saben perfectamente que las han puesto como floreros para limpiar el cutis de Sánchez. Y todas lo aceptan. Les va el sueldo en hacer este trabajo indigno y denigrante, rebajarse, y cosas peores, como callar. Como no es un sueldo de cajera de supermercado, lo hacen. Cualquier cosa que les pida Sánchez, como hasta ayer hacían cualquier cosa que les pidiera Santos.
Para tapar el rocambolesco putiferio de los dos últimos secretarios de organización, y suerte que hemos olvidado ya la trama de Tito Berni (Torrente 1), en este acto de maquillaje sonríen mucho y dicen cosas, y Sánchez las escucha y les aplaude, y no trasciende una sola palabra o discurso de lo que esas líderes han dicho, porque da igual, se busca la foto. Las feas al fondo, por favor.
Esto no quiere decir que el encuentro de Sánchez con sus flores no haya dado fruto. La mujer socialista germina en su vientre y también el día antes de los comités federales. Se ha tomado la decisión más trascendental de la historia del PSOE. Basta ya de tanto irse de putas. Es, sin lugar a dudas, una bisagra. Sin irse de putas, el partido va a ser otra cosa. Más de un militante se dará de baja al saberlo.
Todas las mujeres de la foto, todas, sabían que Ábalos y Santos eran puteros. Y todas callaron
Para dar rango de ley a la prohibición de visitar motelitos con neones, han firmado un papel. Ahí pone que, al próximo putero, lo echan. Claro que para eso tendrá que contarlo la prensa de ultraderecha y luego la UCO, porque todas las mujeres de la foto, todas, sabían que Ábalos y Santos eran puteros. Y todas callaron.
Debían estar todas muy contentas, porque Sánchez eligió a una tal Rebeca Torró para sustituir a Santos Cerdán. Pero, como la señora no tiene la más mínima experiencia en convertir el PSOE en una dictadura, le colocaron a un pata negra del sanchismo, el sevillano Paco Salazar, para pastorearla. Problema: bastó que saliera el nombre de Salazar para que varias trabajadoras del PSOE lo denunciaran anónimamente por baboso.
Menudo lío. ¿Pero es que no hay un solo hombre en el PSOE que respete a las mujeres? Salazar había dimitido antes de que empezase el Comité Federal del sábado. Un problemón, porque a ver ahora quién le dice a Rebeca Torró el botón que tiene que pulsar para que se vean los intermitentes o cómo levantar suavemente el pie del embrague al cambiar de marcha sin que se cale el partido.
*Si no ves correctamente el módulo de suscripción, haz clic aquí
Da igual. ¿Mensaje? Han vuelto a actuar con la contundencia de siempre: tapar las cosas hasta que sea imposible y acto seguido obrar con firmeza mientras se le ofrecen al cesado toda clase de prebendas para comprar su silencio. De esto último, en el caso de Salazar, no tengo pruebas ni tampoco dudas. Qué habrán visto esos ojos, si lleva con Sánchez desde el principio.
Total: el nuevo PSOE sanchista, superado al fin el maremoto de putas y corruptelas, ha puesto a las mujeres en la primera línea, es decir, detrás de Pedro Sánchez, como quien cambia los muebles del salón para que parezca más grande. Lo más divertido: que hayan sacado de los armarios hasta la última señora del partido y lo hayan hecho, precisamente, para que se pongan a limpiar. Poesía.
Qué imagen elocuente. El escuálido Pedro Sánchez, camisa del tono lila más feminista que ha encontrado, a juego, por cierto, con la iluminación igualmente lila del fondo, entra a la reunión o convivencia con las chicas de Ferraz el día antes del Comité Federal en el que volverán a someterse todas al macho alfa del partido.